jueves, 22 de mayo de 2008

Destripador Demod

Cuenta una vieja leyenda que ha pasado por generaciones en todo el Barrio La Atrevida, sobre un mito urbano, un ente maligno que se mueve entre las sombras del mediodía (¿?) devorando cualquier tipo de modulador/demodulador que se encuentra en el camino. Según cuentan los ancianos del barrio, lo único que se sabe de este monstruo, es que carga con un machete que arrastra en su caminar destrozando todo tipo de aparatos que reciben señal de línea telefónica. Se le conoce en el bajo mundo como el Destripador Demod.

Algo extraño me pasó a mí, tuve un encuentro cercano del primer tipo con este personaje del folclor local, quizá cuando ustedes lean esto, yo ya no esté... en el msn. Este es mi testimonio.

Era un miércoles como cualquier otro, caluroso como la mayoría de los días de este verano. En la televisión del cuarto de mi hermano, yo había sintonizado la final de la Champions League. El partido se desarrollaba con normalidad, estaba a punto de ir a tiempos extras y mientras yo saboreaba las últimas caladas de un cigarro, un ruido extraño y perturbador se fue filtrando por mis oídos.

Decidí concentrarme en seguir viendo el fútbol, pero no podía negar que el sonido era cada vez más claro y cercano, hasta que llegó el punto que no cabía duda alguna, los sonidos constantes no podían ser otra cosa que machetazos. Alguien estaba tratando de cortar algo con mucha dedicación y parecía que no iba a descansar hasta lograrlo.

Movido por la curiosidad y soportando el miedo creciente en mi interior, salí del cuarto de mi hermano para poder seguir bajando capítulo de Noein, una serie de anime. Como era obvio pensar, los machetazos eran más resonantes y cercanos en la sala de la computadora. Fue en ese momento cuando recordé la historia del Destripador Demod.

El miedo se fue apoderando cada vez más de todo mi ser, intenté una y otra vez pensar que sólo se trataba de la persona que constantemente se encarga de cortar las ramas de los árboles. Sin embargo, el ruido abarcaba toda la casa, de tal manera que era imposible distinguir el origen del mismo.

Con todo ese miedo, la reacción era natural y urgente... necesitaba ir al baño. Como pude, bajé las escaleras y cuando iba por la cocina, el ruido más estremecedor que haya escuchado jamás, retumbo mis tímpanos. Un machete arrastrando por el piso, salvajes zarpazos que cortaban el aire, destrucción total. Como podrán imaginar, ir al baño dejó de ser necesario en ese momento.

Después de cambiarme los pantalones, me sentí humillado. El miedo desapareció (ya lo había tirado) para dar paso a un valor desde lo profundo de mi ser. Decidí que haría honor a mi escepticismo y descubriría la verdad tras este Destripador Demod. Con paso tranquilo pero firmé, recorrí mi casa de regreso al segundo piso, sin embargo, en el área del comedor pude divisar una figura, en su mano derecha descansaba un poderoso machete.

Avanzó hacia mí y cuando lo tuve más de cerca, la sorpresa y la tranquilidad llenaron mi ser, se trataba de mi abuelo. Lo miré de reojo y me di cuenta de manchas de fruta en la boca, lo que explicaba los machetazos. Sin embargo, pasó de frente sin mirarme, la vista seria y preocupada siempre al frente. No pregunté nada, seguí mi camino aliviado de que no se tratara del monstruo de la leyenda. Subí las escaleras y cuando vi la escena, no pude evitar sentir una oleada fría en todo mi cuerpo:

Mi módem tras el paso del Destripador Demod

Desde el día de ayer vivo con la duda en la cabeza. ¿Acaso mi abuelo es el monstruo mítico que se dedica a destruir los módems? ¿Será una trampa del verdadero destripador? ¿Mi abuelo pagará los gastos de mi módem roto? Creo que nunca lo sabré, bueno quizá de la última: ¡A huevo...que no!

Al final de cuentas, los daños no fueron tan trágicos y pude conectarme para contarles de mi experiencia traumática. No cabe duda que cuatro años de carrera, tres materias de electrónica, pero sobretodo, tener noción de lo que es un rompecabezas, sirven de algo.

Casi me quedo sin Mario Kart Online

Seguiré con mis investigaciones.

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