Post de Batir

Cuando un grupo de amigos se reúne para tener una amena reunión social, siempre es importante tener un ambiente agradable y por ambiente agradable me refiero a mucho alcohol. Bueno, quizá no todos piensen igual que yo, pero al menos en mi grupo es indispensable, somos bebedores sociales, así que no nos discriminen.

Como ya había mencionado en entradas anteriores, a pesar de que no me disgusta el hecho de acudir a fiestas o incluso a bares (de preferencia con poca gente), para mí lo mejor es una tener una plácida sesión de cervezas y plática divertida. Sin embargo, últimamente nos hemos encontrado sumergidos en discusiones apasionadas sobre temas más relevantes unos que otros, las cuales absorben gran parte de nuestro tiempo, pero hacen que se pierda la monotonía que te puede llevar el tener siete años saliendo con las mismas caras.

Debatir se ha convertido en parte esencial de nuestros últimos encuentros de peda. Aunque en tiempos pasados se llevaban a cabo uno que otro debate, cada vez lo estamos haciendo con más regularidad. Si mal no recuerdo, todo empezó con la discusión que tuvimos Emiyuki, Taliban, Saint, Papirrín y yo sobre temas varios, pero que cerró con broche de oro al tratar el tema de la homosexualidad, duró dos horas de tomadera, un viaje a los tacos Orientales y una cena para llegar a un común acuerdo, dicho acuerdo fue dejar por la paz el tema, ya que no podíamos llegar a un común acuerdo, irónico, ¿no?

El debate siempre me ha apasionado, siempre y cuando (obviamente) tenga conocimientos sobre el tema y lo que es más importante aún, que tu o tus contrincantes también lo tengan. Por ejemplo, detesto el intercambio de ideas sobre política, porque no sé mucho de eso y ciertamente no me interesa, pero es peor tratar un tema que te apasiona con una persona qué se jacté de saber (cuando es mentira) o con alguien que te de el avión.

Tener una acalorada discusión con una persona es entretenido, pero lo mejor es cuando se forman bandos, tres contra tres por ejemplo, aunque no necesariamente tienen que ser equilibrados. Las ideas que dan tus compañeros pueden ser relevantes o llevarte a la derrota, pero lo divertido es encontrar ideas contradictorias en los miembros del equipo opositor.

Algo muy importante es tener los elementos claves para poder generar un buen debate. Para empezar, el tema, este puede ser sobre cualquier situación siempre y cuando cumpla con el requisito de ser interesante para ambas partes y que sea dominado (medianamente, tampoco se ocupa ser un erudito del tópico) por los que debatirán. Segundo requerimiento, tener argumentos válidos, las situaciones hipotéticas que se planteen deben tener un sustento de la realidad y no inventar cualquier circunstancia tan específica como imposible de suceder (algo así como, si los dinosaurios existieran, la raza humana ya se hubiera extinto). Y finalmente, el respeto, no digo que seamos políticos en campaña, lo divertido de un debate entre amigos es que puedes mofarte abiertamente de tu contrincante, sin embargo, es diferente usar la burla como base de un contraataque argumentado, que una risa nerviosa de saberte encasillado pero no aceptarlo.

Tres de los temas más polémicos que existen en nuestro país, son el fútbol, la política y la religión. De estos tres disfruto dos, sólo excluiría la política por razones que ya di. La religión me parece un tema bastante extenso y que puede llevar a distintas posturas (no necesariamente encontradas), lo cual da material para discutir mucho tiempo. El fútbol para mí es el caso más subjetivo de los tres (aunque los tres lo sean ampliamente), es uno de mis temas favoritos, lástima que en mi grupo de amigos no exista tanta pasión por dicho deporte, pero hay uno que otro compañero (Papirrín principalmente en las pedas) con quien si puedo entablar alguna confrontación.

No soy "todólogo" ni aseguro tener una gran cultura general, pero hay diversos temas de incumbencia general en los que me agrada meter mi cuchara, aunque en algunos tenga una posición más definida que en otros, siempre tengo algo que decir. Está claro que la importancia que le doy a un tema o mi conocimiento sobre el mismo, está condicionado por mi interés personal sobre eso.

Temas de discusión abundan (Emos, Homosexualidad, Dios, Machismo, Feminismo, entre muchos otros) y un buen debate suele hacer que una reunión social tenga un sabor distinto al de costumbre. Es muy divertido conocer lo que los demás piensan sobre una cuestión y que tan lejos llegarían para defenderla. Aunque sin duda, no hay nada mejor que ganar el debate y rendir a tu rival ante tus ideas. Aunque eso no pasa muy seguido. Al final, cada quién se queda con que su idea es la correcta y todo lo que se dijo resulta una gran pérdida de tiempo, pero lo entretenido nadie se lo quita, además, siempre es interesante conocer puntos de vista que difieran del tuyo, a pesar de que no vayas a cambiarlo.

Posible tema de debate: Hoy mandaron a la chingada a Hugo Sánchez, entra Jesús Ramírez como interino. Que bueno que no se acobardaron los dueños.