viernes, 10 de octubre de 2008

Debut y Depesdida

Todos y cada uno de los años, desde que entré al bachillerato, mis amigos "rangers" (de cariño) siempre me han presumido lo grandiosas, divertidas y espectaculares que son las fiestas de Cuauhtemoc. Siempre contestaba con gesto de incredulidad y desaprobación, aunque obvio, no podía argumentar si nunca había ido, ahora es diferente.

Después de 7 años de ser fastidiado octubre tras octubre (unos años más que otros) para asistir a la tan renombrada "Entrada de la Música", por fin tuve la oportunidad de visitar uno de nuestros más folclóricos municipios: Cuauhtemoc.



Y ahora que ya fui, observé, conviví y me empapé del ambiente de esas fiestas, confieso ante ustedes la frase que compartí con Rony en el kiosco del jardín del centro, ombligo de toda la concurrencia: "Wey, pensé que iba a estar bien culero... pero la verdad, es un asco".

Y de verdad lo pienso, ahora con más argumentos que suposiciones. Para empezar, el atascadero que hay al llegar, carros por aquí, caballos por acá, transeúntes por acullá, es como querer meter 200,000 personas en las gradas del Azteca, pero en lugar de personas, carros y equinos. Al ser la primera vez que iba, no estaba seguro si era parte de la diversión, pero al ver la cara de frustración de mis acompañantes, supuse que era un pequeño pago para lo grandioso que iba a ser.

Equivocado de nuevo, después de casi una hora para salir del embotellamiento automovilístico, caminamos un par de cuadras y llegamos al famoso jardín, solo para entrar en un nuevo tráfico pero esta ocasión de piernas y no llantas. Por alguna razón, que hasta la fecha desconozco, fui arrastrado a dar una vuelta entera por todo el perímetro, sólo para regresar al punto de origen.



Una vez establecidos bajo un toldo enfrente del jardín, comenzó la diversión, platicar y escuchar banda mientras nos tomábamos unas cervezas y uno que otro cigarro fortuito (menos de lo que uno podría pensar). Y hasta bailar un poco, si, bailé dos canciones y media, era Cuauhtemoc, no me atrevería a escribir esto si no hubiese bailado.

Así es, lo que dice el párrafo anterior fue la base de nuestro entretenimiento en aquel municipio hermano. Muchos estarán pensando que es algo que se puede hacer en una casa o brecha aquí mismo en Colima Capital (pronunciar con tono de locutor de radio), sin embargo, están muy equivocados, hacerlo en las fiestas de Cuauhtemoc es más divertido, diferencias:

- En lugar de estar sentado en una cómoda silla, se está parado todo el tiempo o con las nalgas aplastadas en la acera.

- En lugar de estar en un lugar techado y ventilado, se está bajo el sol de medio día y con 2000 personas a tu alrededor.

- En lugar de mantener la cerveza en refrigerador o hielera, los buenos policías te prohiben el uso de esta última (para nuestra protección), así que la sopa de Pacífico estaba a la orden del día.

- Para detalles del baño, lea abajo:

El baño creo que merece mención aparte. Ya de por si mi vida es complicada, y la naturaleza me dotó de una vejiga inversamente proporcional a su desembocadura, pues en Cuauhtemoc, este problema se resuelve sencillamente: no hay lugares para orinar clandestinamente (todo está atestado), duras mucho tiempo para entrar al baño (todo está atestado), ¡los baños cobran 3 malditos pesos! Y el interior es hermoso, es como ir al pantano de Kissifur, pero en lugar de agua, hay miados, en lugar de maleza, hay miados, en lugar de sanguijuelas, hay miados, todo esto aderezado por un poco de lodo. Y no fue sarcasmo, esto me ayudó, nunca había aguantado tanto las ganas de orinar.

También tuvo sus lados buenos por supuesto. Tomé rico (un poco caliente), estacionarse junto a la carretera fue refrescante (más no innovador), y la compañía de mi novia que quiero mucho (si, también tengo lado cursi) y que sin ella, todo el domingo pasado hubiera apestado.

Si supiera este señor para lo que usan su nombre...

Y como dice el título, este fue mi debut y despedida en las famosas fiestas de Cuauhtemoc, hasta nunca, emperador.

1 comentario:

Anónimo dijo...

jajaja, no pues que esperabas wey, si sta bien gacho pa allá.. pero de todas formas es chido indagar y encontrarte con cosas que jamás sabías que existian... jeje bueno, al menos ya sabes lo que es Cuauhtémoc... nos vemos wey. de rato. El picho.